Un grupo de científicos encontró el extraño fósil de un hongo de 115 millones de años, mucho más antiguo que el espécimen con más años hallado hasta ahora y que existió en la era de los dinosaurios.
El hongo, de apenas cinco centímetros de largo e idéntico a sus lejanos descendientes contemporáneos, fue descubierto en Brasil, que en aquel momento formaba parte del supercontinente Gondwana.
Esta enorme masa continental posteriormente se fragmentó para formar América del Sur, África, la Antártida, India y Australia.
Una observación con un microscopio electrónico reveló que tenía branquias en la parte de abajo de su sombrero en lugar de esporas o espinas, las estructuras que pueden ayudar a identificar las especies de hongos, dijo Sam Heads, un paleontólogo de la Universidad de Illinois, en Urbana-Champaign.
Heads es coautor de este trabajo, publicado en la última edición de la revista PLoS One, del 7 de junio.
Los investigadores clasificaron este hongo en el orden de los agaricales y lo bautizaron como “Gondwanagaricites magnificus”.
Caído en un río probablemente como producto de un deslizamiento de tierra, fue arrastrado a una laguna donde quedó enterrado en sedimentos y se fosilizó.
Según Heads, el agua de esta laguna debía ser muy salada y contener poco oxígeno, impidiendo toda forma de vida en su fondo.
“Este fósil es bastante sorprendente porque las setas son efímeras”, señala el investigador. “Tan pronto como emergen de la tierra, crecen y generalmente desaparecen en pocos días”.
Por otra parte, su carne y sus estructuras son frágiles y se degradan muy rápidamente, por lo que las posibilidades de fosilización son extremadamente bajas, explica.
Anteriormente habían sido descubiertos filamentos fúngicos fosilizados de cientos de millones de años, pero sólo diez setas enteras fosilizadas habían sido halladas, de las que la más antigua se remonta a 99 millones de años.
Pero todos estos hongos se fosilizaron dentro de ámbar.
Los hongos evolucionaron antes que las plantas y son responsables de la transición de los vegetales del medio acuático a un hábitat terrestre, precisaron los científicos.
Para el momento en que el Gondwanagaricites magnificus emergió de la tierra, ya habían aparecido las primeras plantas con flores y experimentaban una enorme evolución, señala el profesor Heads.
“Había dinosaurios pisando estos lugares y pterosaurios surcando el cielo, es decir, una fauna muy diferente”.
Fuente: Diario Metro