La germanización de España no fue un proceso tan impactante como la romanización. Los visigodos, también llamados germanos, entraron al territorio por oleadas invasoras distribuidos en tres grandes grupos: vándalos, alanos y suevos; aunque juntos no llegaron a superar los 200,000 guerreros. Además de la poca cantidad de extranjeros penetrando al territorio, estos ya traían por lengua el latín y habían sido cristianizados por los romanos, de manera que la interrupción de este nuevo imperio no fue tan brusca como el romano.