Reconocimiento. Manolo Cuadra (1907-1957) el poeta, periodista y narrador granadino que perteneció al movimiento vanguardista, es uno de los dos homenajeados del XIII Festival Internacional de Poesía de Granada.
Manolo Cuadra no tuvo una vida fácil. Ser opositor al régimen de Anastasio Somoza García le trajo consecuencias. Fue perseguido, desterrado, exiliado y encarcelado, pero todos estos episodios dieron como fruto su obra literaria de la que todavía no existe una compilación completa.
En el convento San Francisco de Granada se han reunido decenas de poetas de todo el mundo para analizar sus obras y al leerle se deshacen en elogios aplaudiendo su estilo. Manolo es considerado uno de los padres de la moderna narrativa nicaragüense, principalmente en el género testimonio.
En ese encuentro de poetas, realizado en el marco del Festival Internacional de Poesía de Granada, está su hijo Pablo Antonio Cuadra Ayala. Sentado en primera fila, de chinelas y con bastón en manos, escucha con atención cada palabra que los expertos de una mesa redonda dicen sobre su padre.
Cuando todos terminan de hablar, Pablo Cuadra Ayala se levanta de su silla, se acerca con dificultad al podio y saca de la bolsa de su camisa un pedazo de papel donde ha escrito su discurso, el que dará en un minuto con 10 segundos.
“Las voces de hoy han seguido el guion establecido por el festival y han hecho coro alrededor de la figura de ese poeta huraño y descarrilado que fue mi padre. Un arcoíris de voces ha hecho recovecos sombríos o poco claros de su biografía”, expresó en parte de su discurso el hijo del homenajeado.
Habla de recovecos sombríos porque precisamente 60 años después de que Manolo Cuadra muriera de cáncer, aún no existe una compilación completa de su obra. Sus escritos fueron fruto de sus malos ratos.
En 1932, Manolo Cuadra se unió como operador de radio al ejército de ese entonces, que luego se convertiría en la Guardia Nacional. En Quilalí luchó contra Sandino. En 1935 abandona la Guardia Nacional para dedicarse al periodismo. En 1936 escribe sus narraciones cortas “Contra Sandino en la Montaña”, uno de sus escritos más reconocidos.
Luego Somoza lo acusa de comunista y lo envía de Managua a Little Corn Island. Ahí escribe otra de sus grandes obras: Itinerario de Little Corn Island. No fue un hombre de estar en un mismo lugar.
Ser perseguido por Somoza provocó que conviviera muy poco con Edith Ayala, una de sus dos esposas y madre de Pablo Antonio Ayala. También estuvo casado con Ruth Waters, con quien procreó tres hijos.
DEBE SER REIVINDICADO
El escritor y periodista nicaragüense Erick Aguirre, quien participó el pasado martes en una mesa redonda sobre Manolo Cuadra, asegura que Cuadra es de esos escritores que debe ser reivindicado porque “durante muchos años la importancia de su obra ha sido poco destacada”.
“Fue el primer narrador de vanguardia en Nicaragua y de los pocos en Centroamérica que fueron más allá de los regionalismos y las imitaciones de los europeos. Por otro lado tenemos a Manolo periodista, que al igual que Darío, escribió durante su juventud en los principales periódicos de Nicaragua, fue de los más modernos”, comenta Aguirre.
La escritora e investigadora María Montenegro explica que Manolo Cuadra fue un poeta proletario y un vanguardista moderno perteneciente a la vanguardia granadina que surge de dos realidades en Nicaragua: el Gobierno conservador había perdido el poder y la clase de la oligarquía ya estaba empobrecida y siendo desplazada por una clase comerciante.
Pero Manolo se aparta de los vanguardistas cuando empieza adoptar una ideología de izquierda.
“Él se aparta por un sentido de justicia social, luego evoluciona y se vuelve socialista. Pero ese distanciamiento tiene mucho que ver con su condición de clase. Manolo asume su nueva clase y no se considera heredero indiscutible de la oligarquía y que por su apellido seguirá detentando la hegemonía, sino que es considerado un poeta humilde y se hace solidario con los de su clase: obreros, trabajadores y campesinos”, señala Montenegro.
La separación de Manolo de los vanguardistas no sorprende a Erick Aguirre porque dice que Cuadra siempre estableció sus ideas de izquierda. “Él fue militante del Partido del Trabajo, que después pasó a llamarse Partido Socialista y fue mentor ideológico de Carlos Fonseca Amador, quien siempre lo vio como un maestro. Lo admiraba más ideológicamente que literariamente”, refiere.
RESPETADO ESCRITOR
Sus principales características como escritor es que era un narrador de vanguardia de los primeros en Centroamérica en hacer narrativa moderna, buen periodista, buen poeta —sobre todo sonetista—, dice Erick Aguirre. Fue un hombre popular que vivió para escribir.
“Llevó una vida humilde”, dice su hijo Pablo Cuadra Ayala. A nivel de prosa fue precursor del género testimonial en Nicaragua y además es uno de los precursores de la Teología de la Liberación, detalla María Montealegre. “El que se le dedique a Manolo el festival de poesía es un gesto muy loable porque Manolo tiene que volver a ser leído. Su obra es de una actualidad indiscutible”, agrega.
El escritor Erick Aguirre recomienda hacer ediciones en las que se incluyan estudios introductorios y anotaciones al pie de página, porque hasta ahora no existe una compilación completa de la obra de Cuadra.
El festival ha publicado una antología nueva en ocasión del encuentro mundial de poetas, pero hasta ahora todo el material de Manolo Cuadra ha sido recopilado a través de cartas. El segundo homenajeado de este año en el Festival Internacional de Poesía de Granada es el salvadoreño Roque Dalton.
Fuente: El Nuevo Diario