Productos de alta calidad para el mercado interno, divisas por medio de exportaciones, un salto tecnológico en la producción del país, empleos de calidad, son parte de los beneficios de la nueva planta de procesos de huevos pasteurizados, inaugurada el pasado lunes en Masatepe por el grupo industrial El Granjero.
José Bismark Tapia, presidente de ese grupo empresarial, abrió las puertas de esa planta, ProHuevo, a El Nuevo Diario y explicó todos los detalles y expectativas del proyecto.
¿Cuáles son las expectativas de exportación de ovoproducto?
Las expectativas son para el primer año, generar 14 millones de dólares.
Estamos con una capacidad con la primera línea que tenemos instalada de 18,000 litros de huevo pasteurizado por día, que es equivalente a entre 396,000 y 400,000 huevos diarios.
Pensamos entrar a los mercados más cercanos de Centroamérica y el Caribe, pero la intención es exportar a fronteras más lejanas que Centroamérica y el Caribe.
Por eso es que el diseño, desde el edificio, los materiales que usamos en el área de producción, todo es acero inoxidable, lo que es curvas sanitarias, todo en general cumple no solo con las exigencias nacionales, o de América, sino también de mercados más exigentes como el europeo.
Entonces nosotros consideramos que con las instalaciones, nuestros procedimientos que tenemos documentados, y la forma de trabajar, con los flujos, podemos pasar cualquier certificación para poder exportar.
¿A cuáles de los países centroamericanos se refiere?
En general, todos nuestros países de Centroamérica tienen cierto grado de importación o desarrollo de los ovoproductos, que es el huevo de cáscara procesado, que a través de un proceso de cambio térmico nosotros sacamos el huevo pasteurizado, libre de bacteria, que ya maneja la cadena de frío. Este producto en la forma en que nosotros lo estamos empacando es un producto de 45 días de vida útil. Es decir, es un huevo con valor agregado.
Entonces, ya en Centroamérica hay importaciones de ovoproducto. Guatemala es un importador de huevo líquido pasteurizado. El Salvador también es un país importador de huevos pasteurizados. Son de los países que más importan. También está Costa Rica. Aunque hay una pequeña planta en Costa Rica, importa. Panamá y Honduras también importan. Nicaragua es el país que menos importa huevos pasteurizados.
Este producto va dirigido más que todo a lo que es la industria, lo que es panadería, la fábrica de mayonesa, de helados. Lo usan los hospitales, porque requieren un producto más seguro. En general, los restaurantes.
¿Quiere decir que solo Costa Rica y ahora Nicaragua son productores de ovoproducto?
Hubo una planta hace como 20 años en El Salvador. Pero realmente, la concepción de ese proyecto no fue parecida a la que tenemos nosotros. Yo creo que la inversión que estamos haciendo en Nicaragua es la planta más formal de la región. Nosotros tenemos los espacios ya diseñados para poder ampliar nuestra producción, introduciendo una nueva línea que permitiría cuadruplicar la capacidad. Todas las demás (plantas) son de menos inversión.
¿De cuánto ha sido la inversión en esta planta de ProHuevo?
Aquí de US$9 millones. Por ejemplo la de Guatemala tuvo una inversión de menos de US$400,000 y no la consideramos nosotros que sea una planta para exportar fuera del área centroamericana.
¿Estamos hablando de una inversión con capital 100 por ciento nacional, verdad?
Sí. ProHuevo es una empresa del grupo industrial El Granjero. Nosotros tenemos 25 años de estar en el mercado y todos los años hemos invertido, aparte de las aportaciones de los socios. Esta es una inversión más que hace, donde hemos contado con el apoyo y confianza del Banco de la Producción (Banpro). Ellos desde un comienzo compartieron la visión del negocio, del proyecto, y nos han acompañado a lo largo de toda la ejecución del mismo.
Entonces, el financiamiento se consiguió a través de la banca local, más la aportación de los socios del grupo industrial El Granjero.
¿Está más que sustentada la inversión en esta planta?
No se hace ninguna inversión si no sabe uno donde va a invertir sus productos. Su servidor tiene experiencia en el mercado centroamericano. Tenemos otra empresa que da servicios a la industria avícola de Centroamérica, desde Guatemala hasta Panamá.
Sabemos las necesidades que hay en cada país. Una referencia son las importaciones que ya se están dando. Las importaciones que se dan de productos fabricados de Estados Unidos y Europa, y algo también de Argentina. Entonces hay una importación de huevo pasteurizado en presentación líquida y de huevos pasteurizados deshidratados, que son en presentación en polvo. Las industrias de las mayonesas, en Centroamérica, tienen un consumo de 100,000 kilos mensuales aproximadamente. Si nosotros agarráramos un 30 por ciento de ese mercado estaríamos produciendo con nuestra primera línea casi al tope.
Nosotros también tenemos un laboratorio de desarrollo de productos, y ahí tenemos una pequeña planta de mayonesa a escala, es decir no es para comercializar sino para probar nuestros productos. Entonces la persona encargada de hacer las mezclas, por ejemplo si desea una con sabor a limón, puede venir aquí y hacer su mezcla. Los productos nuestros son cien por ciento naturales.
Además el producto nuestro es de primera calidad. El grupo industrial El Granjero solo ocupa productos de primera, y si usted usa un producto de primera, con una línea de producción con la más alta tecnología, computarizada, donde se minimiza el error humano, lo que obtendrá será un producto de primera.
¿Qué beneficios trae esta planta al país?
El ovoproducto es un salto tecnológico muy importante para Nicaragua, porque estamos pasando de más de 60 años, desde que inició la avicultura en granjas semitecnificadas, que solo se ha vendido huevo con cáscara a vender ovoproductos. Es decir, huevo con valor agregado. Es un orgullo para todos los nicaragüenses, porque estamos a la vanguardia en lo que es proceso de huevos, porque no hay ninguna planta de este tipo en Centroamérica.
Además, pondrá en ventaja al país porque ya vende un nuevo producto con valor agregado.
Nicaragua no exporta huevos. Nosotros hemos exportado huevos como grupo industrial El Granjero, como en el 2005, o 2006, pero exportar huevos en cáscara no era el gran objetivo de nosotros, porque este no conserva la cadena de frío. Es decir, cuando usted mete 10,000 cajillas de huevo en un contenedor no va refrigerado. Entonces si yo envío un contenedor de huevos a El Salvador pasa dos fronteras y el huevo se va calentando, y lo peor en la vida útil del huevo es el calor y la humedad. Entonces nosotros no seguimos con esa práctica porque será darle mala fama al huevo de nuestro país.
Con el ovoproducto es distinto. Al subirle la temperatura se matan todas las bacterias y exportamos un producto totalmente inocuo.
Además, hay un gran beneficio para los consumidores. Por ejemplo, para las panaderías. El que es panadero tiene que estar quebrando huevos, pero el primer reto que tiene es controlar el inventario, porque le puede salir huevo mediano revuelto con huevo pequeño y huevo grande. Entonces se le dificulta el manejo de inventario. Si nosotros le ofrecemos un producto en litro o kilo, para él será más fácil manejar su inventario.
¿Ustedes van a producir ovoproductos solo con huevos de El Granjero?
Inicialmente sí. Pero en la medida en que crezca la demanda de este producto, vamos a tener colonos o proveedores de granjas que cumplan los requisitos de calidad que nosotros exigimos. Entonces este proyecto beneficia a todo mundo.
¿Cuál es el porcentaje de ovoproducto que se destinará al mercado interno?
No más del 30 por ciento, porque estamos en régimen de zona franca. Ese fue el enfoque del proyecto.
Entiendo que ProHuevo también está haciendo un aporte desde el punto de vista de generar empleos calificados…
Estamos estimando que en el primer año se generarán entre 80 y 100 empleos directos. Va a depender de la demanda del producto. Y 360 empleos indirectos. Cabe señalar que esta es una zona franca especializada, diferente, por ejemplo, a una textilera. Esta empresa requiere de mano de obra bien calificada para el manejo de equipos, la parte de cómputos, la parte de los operadores. Y son salarios mejor remunerados, porque es gente con mayor calificación.
Aquí desde que se quiebra el huevo, pasa por tuberías. Ya no se toca el producto. La única actividad que hace el operador es cargar el huevo. Nosotros invertimos en un sistema automático completamente para evitar errores humanos.
¿Entonces, ya es un hecho que a partir de enero se comienza a exportar este producto?
Sí, porque recordemos que para exportar necesitamos certificaciones. Nosotros vamos adelantados en la documentación de nuestros procesos y desde el mismo diseño están contempladas todas esas actividades (conseguir certificaciones).
Necesitamos estar operando unos tres o cuatro meses para poder tener las validaciones de las autoridades encargadas de las certificaciones. Vamos por la certificación HACCP inicialmente, pero también por la ISO 9,000 y la ISO 22,000, y otras europeas. HACCP creo que la podríamos obtener en noviembre y por eso decimos que en enero exportaremos.
¿Este proyecto se enmarca dentro de la dinámica de crecimiento económico del país?
Todos estos proyectos van sumando, no solo por la generación de empleos, sino por la generación de divisas.
Este es un proyecto importante, innovador y de mucho beneficio para el país, que permitirá traer divisas al país, hacer crecer la industria en general y la creación de más empleos indirectos.
No estaríamos haciendo este proyecto si no apostáramos al país. El grupo industrial El Granjero, por 25 años hemos apostado por Nicaragua. Es una empresa que ha reinvertido todas sus utilidades.
Fuente: El Nuevo Diario