En la Olimpiada Nacional de Robótica, que se realizó el pasado domingo 24 de septiembre, participaron 29 equipos de universidades y colegios públicos y privados del país. Los representantes de la Costa Caribe Sur son estudiantes de Ingeniería en Sistemas de la Bluefields Indian and Caribbean University (BICU).
La olimpiada se dividió en dos categorías. En la categoría Junior competieron niños, niñas y adolescentes de entre 13 y 15 años y en la categoría Senior, jóvenes de 16 a 19 años.
Un mes antes de la primera Olimpiada Nacional de Robótica en Nicaragua, los representantes de la Costa Caribe Sur empezaron a prepararse para la competencia. Sintia Mena, Kerry Kelly y Sang Ying Chow se sometieron a un entrenamiento intenso de 13 horas diarias y, en la práctica, llegaron a desarrollar la habilidad de construir un robot en cuatro minutos.
Los tres forman parte del Club de Robótica de Bluefields integrado por 30 jóvenes: 23 varones y siete mujeres. Cuando llegaron a Managua para la competencia nacional, después de 11 horas de viaje por agua y tierra, los representantes de la Costa Caribe se alzaron con el primer lugar de la competencia en la categoría Senior.
Sintia Mena comenta que durante la competencia debían construir un robot, ponerlo a funcionar y posteriormente el aparato tenía tres minutos para armar una torre a través de las órdenes recibidas por ellos mismos mediante un control remoto. El reto lo superaron en un minuto con 15 segundos.
“Con mucho esfuerzo y dedicación logramos construir el robot y hacer el código para que funcionara”, dice la joven de 18 años, quien junto a sus dos compañeros ya se preparan para representar a Nicaragua en la Olimpiada Mundial de Robótica que se realizará en noviembre próximo en Costa Rica.
Kerry Kelly, quien también formó parte del equipo, recuerda que viajar de Bluefields a El Rama por agua y luego tomar un bus durante nueve horas para llegar a Managua, fue una experiencia de sacrificio y eso lo motivó para poder ganar.
“Venir de Bluefields a participar en la Primera Olimpiada de Robótica en Nicaragua fue una experiencia de trabajo duro y mucho sacrificio. Llegamos a dar lo mejor, trabajando siempre en equipo y con compañerismo para sacar los mejores resultados. Ahora seguimos para dar todo lo que podamos y dejar en grande el nombre de Nicaragua, ya que será la primera vez que Nicaragua participe en una olimpiada mundial. La competencia fue muy reñida y fue una grata sorpresa haber ganado. Es una experiencia que nunca voy a olvidar’’, expresa Kelly.
La participación del equipo de Bluefields en la Olimpiada Nacional de Robótica fue apoyada por la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid), a través de su proyecto Aprendo y Emprendo.
Luis Gerardo Bravo, especialista en empleabilidad del proyecto Aprendo y Emprendo de Usaid, explica que en el Club de Robótica se implementa la tutoría de joven a joven, con un entrenamiento inicial de 40 horas, desarrollado en tres días.
“Ahora estos jóvenes están trabajando con otros para aprender la programación (del robot) y fomentar su creatividad y habilidades para el uso de la tecnología. Ellos aprenden a diseñar, construir y programar”, asegura Bravo.
En Bluefields hay pasión por la robótica y, cada vez más, jóvenes se integran al club de la universidad BICU. Sang Ying Chow, de 19 años y estudiante de Ingeniería en Sistemas, recuerda que cuando lo invitaron a formar parte del club se rehusaba a hacerlo porque la robótica le parecía algo extraño, difícil y era desconocido para él, pero finalmente accedió.
“Ahora somos pioneros, somos tutores de tres estudiantes por equipo, hemos estado practicando algoritmos y programación. Ha habido días en los que hemos salido hasta en la noche de la universidad, practicando duro hasta que lo logramos”.
Gustavo Castro, rector de la BICU, universidad donde nació el Club de Robótica, afirma que el triunfo de los tres jóvenes costeños “representa la oportunidad de seguir mejorando nuestro equipamiento, condiciones y conocimiento sobre la robótica. En la robótica hay mucho por desarrollar e innovar. Una vez desarrollada podemos utilizar los robots en diferentes servicios en el hogar, en la labor educativa o servicios de las empresas y negocios”.
Ernesto Varela, gerente general de Comtech, destaca la importancia de los clubes de robótica, porque “vienen a crearle a la juventud una inquietud positiva por emprender, experimentar y conocer, y eso da inicio a que generemos nuevas soluciones tecnológicas que puedan aplicarse en diferentes sectores como el económico, médico o agrícola”.
Fuente: Diario Metro