Entre diálogos de amigos que compartían inquietudes en torno a los medios que existen en Nicaragua destinados a difundir la literatura tanto nacional como extranjera nació la revista Alastor.
El propósito de la revista es crear un medio en donde se dé a conocer no sólo la literatura nicaragüense, sino también la peninsular e hispanoamericana. Es decir, la idea es abrir fronteras puesto que los medios nicaragüenses se centran en las letras de la región.
Alastor pretende llenar ese vacío no sólo en espacio sino en tiempo, pues pondrá su empeño en traer al ruedo no sólo lo que acontece en el presente en términos literarios, sino también traer a la palestra la literatura de la Edad Media y el Siglo de Oro.
Según sus creadores, el nombre de la revista es el de un ángel que aparece en el profeta Isaías, pero principalmente es el título de un poema del poeta inglés Percy Bysshe Shelley que, inspirado en ese texto de Isaías, se refiere a un personaje en busca de lo absoluto, de lo trascendente, de lo sublime.
Así que afirman que les pareció un buen nombre y no porque sean pesimistas, sino porque Alastor significa la persistencia de la búsqueda aún a sabiendas que se lleva las de perder.
La revista está disponible en formato online aunque no descartan la posibilidad de imprimir en algún momento. Asimismo, aseguran que la meta común es ser una revista de creación literaria: poesía, narrativa, ensayo, reseñas pero también dar espacio a otros tipos de miradas, por eso la sección de impresiones, donde se publicarán crónicas de no ficción, entrevistas, texto híbridos. En fin, desean ofrecer literatura pura y dura.
Detrás del proyecto se encuentran Berman Bans, como actual director, Víctor Ruiz y Yader Valázquez, junto a colaboradores como Roberto Carlos Pérez, Ulises Huete y Carlos M. Castro.
La mayoría de sus colaboradores son académicos que se mueven entre la filosofía, la filología y la literatura a nivel catedrático. Pero además de eso, ofrecen al lector una visión de la literatura no sólo conectada profesionalmente con la tradición occidental Hispánica, pues también cuenta la visión empírica conectada con la mejor tradición crítica contemporánea desde el formalismo ruso a los estructuralistas franceses, una experiencia abierta y atenta a lo que se está gestando, creando o promoviendo en otras latitudes.
Finalmente aseguran que ofrecen al lector una manera amena, emocionante y apasionante de ver el fenómeno literario, pues aunque se consideran almas viejas…también les gusta pasarla bien y hacérsela pasar bien a sus lectores.
Fuente: El Nuevo Diario