Todos los procesadores tienen dos características principales: frecuencia y núcleos.
¿Mayor cantidad de procesadores hacen que un dispositivo sea más eficiente? ¿Por qué los teléfonos viejos eran tan grandes? Existen muchos mitos alrededor de los dispositivos móviles y la forma en que son creados. Tomando como referencia a la compañía MediaTek, proveedor de chipsets para conectividad de redes y procesadores, un mito común es pensar que “más procesadores significan más poder y teléfonos más rápidos”, pero se aclara que los procesadores cumplen funciones muy distintas, si bien más núcleos en los procesadores sí significan más poder dependiendo del tipo de núcleo, también simbolizan un drenaje más alto de batería.
“La forma en que se gestionan y se administran núcleos de alta eficiencia y bajo consumo es lo que logra que un dispositivo sea eficaz y eficiente al mismo tiempo”, explica Amikam Yalovetzky, gerente de ventas Senior para MediaTek en Centroamérica y El Caribe. Un dispositivo siempre tiene más de un procesador, uno que gestiona las tareas, otro para comunicaciones, otro para el procesamiento gráfico y uno para imágenes. El alto grado de integración y la interacción entre ellos es lo que marcan la diferencia en desempeño y experiencia de usuario.
Un ejemplo de esto es la tecnología CorePilot, en donde el procesador elige el núcleo a utilizar de acuerdo con la aplicación y sus necesidades, monitorea la temperatura y regula la velocidad del procesador. Otra interrogante es ¿los teléfonos con mucha velocidad de procesamiento pueden ser más lentos que otros con menos poder? Aunque teóricamente un teléfono con 2.0 Ghz debería ser más veloz que uno con núcleos con una velocidad de 1.2 Ghz, el problema es el calentamiento y rendimiento a largo plazo.
Sobre lo anterior, “se puede pensar por ejemplo en corredores de velocidad vs. maratonistas. Los corredores de velocidad se desgastan o “calientan” más rápido y deben bajar el ritmo, los maratonistas pueden continuar por horas a una velocidad más baja. En smartphones esto es como el corredor de maratón, para obtener un buen rendimiento durante todo el día, es la razón que se implementa un gestor de velocidades y núcleos como CorePilot”, agrega Yalovetzky.
El chipset o circuito integrado solo tiene núcleos
“Aunque no lo crean, un chipset del tamaño de un grano de café puede tener 5 billones de transistores. El ancho de un cabello es 1 milímetro, cada transistor puede tener 10 nanómetros de tamaño, que es el ancho de una proteína”, comenta el experto. Si un chipset de 28 nanómetros actual lo hubiéramos creado hace 40 años, sería del tamaño de un apartamento de 36 metros cuadrados.
Una tableta de US$500 en la actualidad, en los setenta, hubiera costado alrededor de US$10 millones. La integración de los componentes dentro de un chipset ayudó a que los dispositivos se hicieran más pequeños, más baratos y más accesibles para las personas.
La tecnología de hoy está disponible desde hace muchos años. “Técnicamente la tecnología de hoy sí se empezó a trabajar hace 3 años o más, sin embargo se trabaja pensando en el futuro. Por ejemplo, en este momento estamos trabajando en tecnología 5G, aunque aún no esté disponible en la región, en el reconocimiento facial rápido y eficaz de una manera distinta a la que se conoce actualmente, entre muchas otras cosas”, explica Yalovetzky.
Fuente: El Nuevo Diario