El Día de la Dignidad Nacional, es un día en que los nicaragüenses celebramos y fortalecemos ese sentimiento de orgullo nacional por haber contado en nuestra tierra, con el general de Hombres y mujeres Libres, Augusto C. Sandino, de ese héroe padre de la gesta liberatoria de nuestra Nicaragua. Negándose a firmar el infame Pacto del Espino Negro.
Un cuatro de mayo, el General Sandino se levantó en contra de la intervención norteamericana iniciada en 1912, negándose a entregar sus armas al General Moncada, quien traicionó a Nicaragua.
El Pacto del Espino Negro, impuesto por Henry Lewis Stimson, representante personal del presidente estadounidense Calvin Coolidge, a los delegados del gobierno conservador de Adolfo Díaz (que habían pedido la intervención de los marines yanquis para mantenerse en el poder) y a José María Moncada, General en Jefe de la Revolución Constitucionalista de 1926 se materializó en mayo.
Con la firma del pacto, el 4 de mayo de 1927, bajo la sombra de un árbol de espino negro, Moncada, cuyo ejército constitucionalista ya estaba a las puertas de la capital y de la victoria, aceptó entregar las armas a cambio de prebendas, dejando siempre en el poder al mismo gobierno impuesto por los yanquis.
Donde el General Sandino dijo a Moncada:
“Sandino dice NO a Moncada, dice NO a los yanquis, dice SÍ a Nicaragua, dice SÍ a la dignidad del pueblo nicaragüense y no firma en Tipitapa el oneroso pacto del Espino Negro, y se va a organizar la continuidad de la lucha contra la intervención norteamericana hasta que logra expulsar a las tropas norteamericanas de Nicaragua en enero de 1934”.
“El cuatro de mayo debe de ser efectivamente, decía Sandino, Día de Fiesta Nacional, no porque ese día Moncada haya vendido al ejército liberal del cual era general en jefe… Debe ser fiesta nacional porque ese día Nicaragua probó ante el mundo que su honor nacional no se humilla.
“Yo no me vendo ni me rindo… Nosotros iremos hacia el sol de la libertad o hacia la muerte; y si morimos, nuestra causa seguirá viviendo. Otros nos seguirán, afirmaba Sandino.»
El 4 de mayo de 1927, el imperialismo norteamericano puso fin a la Guerra Constitucionalista, haciendo que liberales y conservadores firmaran el Pacto de «El Espino Negro donde a partir de ese momento, la guerra civil se convertía en una guerra de liberación nacional, “la guerra por la constitución se convierte en una guerra por la soberanía nacional y el derecho a la autodeterminación”.