La educación integral apela al desarrollo de los niños como individuos. Según diversos estudios, es cada día más evidente que, para hacer esto posible, los condicionantes físicos de una buena y sana alimentación, influyen de manera decisiva en el desarrollo de capacidades, particularmente en los primeros años de su educación.
Una alimentación escasa o carente de nutrientes y la falta de educación de los padres sobre nutrición adecuada, son dos circunstancias que podrían provocar desnutrición crónica en los niños, un problema de salud con repercusiones en la asistencia y el rendimiento escolar.
“El niño que está mal nutrido no tiene el combustible para funcionar, es un niño más distraído, más retraído, su aprendizaje va a ser más lento”, comentó Olga Sánchez, doctora especializada en salud pública de la American Nicaraguan Foundation (ANF).
Para tomar en cuenta
Un menor con desnutrición crónica es aquel que no tiene ni el peso ni la estatura adecuada para su edad, definió Sánchez.
“Esto es porque no comen lo que necesitan, así que lo poco que comen lo ocupan para las funciones más importantes del cuerpo”, comentó la experta.
Por ello, comenta, no tienen energías suficientes para otros aspectos como la concentración en los estudios.
Sánchez explicó que muchas veces la desnutrición ocurre porque los padres no saben incluir diferentes grupos de alimentos en la dieta de los niños, o porque los alimentos que consumen no son nutritivos.
“Un desayuno que incluya huevo, dos rebanadas de tomate, gallopinto y jugo es algo que se le puede dar a los niños”, destaca la experta, ejemplificando una comida nutritiva a un precio accesible.
Combatir la desnutrición
Puesto que el impacto de una mala alimentación tiene consecuencias graves en la niñez, existen varias iniciativas que tienen como objetivo disminuir esta problemática.
La ANF por ejemplo, a través de sus centros nutricionales en Matagalpa, Chinandega, León y Managua, provee de alimentos, suplementos nutricionales y medicamentos a alrededor de mil niños al año con desnutrición crónica o aguda de las zonas rurales en las que trabajan.
Además capacitan en otras veinte escuelas a aproximadamente 4.500 niños sobre las mejores alternativas de alimentación.
“Les enseñamos la importancia del consumo del agua, del desayuno y los demás tiempos de comida, de la movilidad física”, detalló Sánchez.
El consumo de agua limpia es otro de los factores que propician la permanencia de los niños en el sistema educativo, puesto que se reduce la cantidad de afecciones por diarrea y problemas respiratorios, según expertos.
Un proyecto emblema
“Merienda escolar”, el programa del Ministerio de Educación (Mined) que provee alimentación básica para niños de preescolar y de primaria de instituciones públicas, es igualmente un proyecto que ha favorecido la asistencia de niños a las aulas de clases, especialmente en áreas rurales.
El Gobierno estima que 1 millón 200 mil estudiantes de todo el país se benefician a través de este programa.
De hecho, de acuerdo con Sánchez, los lugares donde han encontrado más afectaciones por desnutrición son la zona del corredor seco del país y los departamentos del norte.
Durante la última semana de abril, del 24 al 30 de este mes, se celebrará a nivel mundial la Semana de la Acción Mundial por la Educación, promovida por las Naciones Unidas.
En Nicaragua, las 38 organizaciones pertenecientes a la Red Foro por la Educación y Desarrollo Humano aportarán al debate, la reflexión y realizarán propuestas sobre educación, mediante la campaña “Pido la palabra por la educación”.
Fuente: Diario Metro