La máster Zobeyda Zamora Úbeda, coordinadora y docente del área de Lingüística de la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN-Managua) invita a sentirnos orgullosos de la variante del español de Nicaragua de la cual somos hablantes.
Zamora Úbeda manifestó que Nicaragua es una nación multicultural y multilingüe, las lenguas indígenas (mískito, inglés creole, sumo o mayagna y garífuna) son consideras lenguas minoritarias, porque se hablan solamente en la Costa Caribe del país. Debido a las distancias geográficas no existe contacto permanente entre los hablantes de las zonas del Pacífico y Central con los de la zona Caribe, por tanto, no existe mucho conocimiento de las variantes dialectales entre una zona u otra.
“En la zona del Pacífico y Central en el español hablado prevalecen tanto rasgos unificadores como diferenciadores, en cuanto a los unificadores, en el nivel fonético, ambos comparten la pérdida total de la /s/ en posición implosiva preconsonántica y en final de palabra (Rosales, 2010 Atlas lingüístico de Nicaragua, Nivel fonético), este fenómeno es lo que la gente de forma coloquial dice ‘nos comemos las eses’. Otro rasgo en común es la presencia del sustrato náhuatl en el nivel léxico, así todos los hablantes nicaragüenses reconocemos el significado de las palabras; colocho (pelo rizado), chibola (canica), pacha (biberón), chapas (aretes), chinches (tachuela), cacaste (esqueleto), entre otras”, señaló .
En cuanto a los rasgos diferenciadores los que más se destacan son las formas de tratamientos; en el Norte o Centro del país prevalece el usted (uso del usted) como forma de respeto tanto a nivel vertical (de menores a mayores) como horizontal (personas de la misma edad). En la zona Pacífica la forma que predomina en estos usos es el voseo (uso del vos), principalmente. A nivel léxico existen muchas variantes, así en Managua se comen helados; en Masaya caritas; en Occidente charamuscas; en el Norte posicles, nombre que refieren a Refresco congelado; mientras en el Norte se comen guineos en el Pacífico se comen bananos, a la sopa en el Norte se le hecha chicoria y chaya y en el Pacífico culantro y chayote. Estas y otras características lingüísticas dividen al país en tres zonas dialectales bien marcadas: zona Pacífica, zona Central y Norte; y zona Caribe o Atlántica, en otras palabras cada región tiene sus propia forma de hablar el español.
¿Cómo tomamos los nicas los rasgos diferenciadores?
Esto es algo complejo, porque no todos nos sentimos orgullosos de nuestras variantes o de nuestra forma de hablar, te pongo un ejemplo: en un estudio que realicé que muestra los resultados en un libro que se denomina “Las actitudes lingüísticas en Nicaragua: lo que pensamos los nicaragüenses sobre el español que hablamos” (2015), recuerdo que uno de mis informantes, por cierto del Norte del país, me contó que a su hijo lo regañaban en la escuela si usaba la palabra chigüín que tenía que decir chavalo (niño o muchacho). Por otro lado, en el Pacífico existen muchos prejuicios hacia las personas que proceden de otras zonas del país, principalmente, los del Norte donde el primordial rasgo que se distingue es el fonético por su melodía o tonalidad. Hace algunos meses hubo una rivalidad en las redes sociales entre los del Norte y los del Pacífico. Nuestra lengua es nuestro primer pasaporte, pues por como hablo las personas me identifican, mi forma de hablar es parte de mi identidad y de eso debo sentirme orgullosos.
Creo que los docentes tenemos un reto en las escuelas y las universidades, porque debemos intentar erradicar los prejuicios lingüísticos en nuestras aulas de clase y aceptar la diversidad en todos los sentidos de la palabra ya que nuestra forma de hablar es parte de nuestra identidad.
¿Por qué debemos de estar orgullosos de nuestra variante dialectal?
Porque somos únicos y nuestro español de Nicaragua tiene sus propias características lingüísticas (fonéticas, léxicas y morfológicas) y eso nos hace tener una forma de hablar diferente, es posible que compartamos algunas características con otros países, por ejemplo con Honduras el uso del vos y la aspiración de la ‘ese’ en posición final, con Costa
Rica compartimos muchas palabras de origen náhuatl como chingo (corto), cumiche (hijo menor), entre otras.
Cualquier hispanohablante reconoce a un nica por el voj, o por la muletilla del puej, cuántos hemos vivido la experiencia de que cuando visitamos otros países en cuanto nos escuchan hablar nos preguntan ¿sos (o eres) nicaragüense? y cuando nos identifica por nuestra forma de hablar muchos nos sentimos orgullosos de que nos identifiquen como nicaragüenses.
¿Qué significa para los lingüistas el hecho de que muchos jóvenes prefieren el tuteo o el voseo?
Como dije antes, unas de las características del español de Nicaragua es el uso del voseo, el vos como pronombre de la segunda persona del singular es parte de nuestra identidad, de nuestra variante del español, el hecho que los jóvenes y los nicaragüenses usemos el ‘vos’ nos hace sentirnos familiarizados, en confianza, a muchos no nos gusta que nos traten de ‘tú’, nos sentimos incómodos, pues no estamos acostumbrados a ese trato, más si es un nicaragüense el que nos llama de esa forma.
Fuente: Diario Metro