En una ceremonia solemne realizada la noche de ayer en el “Salón de los Cristales” del Teatro Nacional Rubén Darío (TNRD), Norvin Membreño, vocalista y guitarrista de la Agrupación Musical “Vientos de Libertad” de la Dirección de Extensión Cultural Universitaria, de Vida Estudiantil de la UNAN-Managua, recibió la Undécima Medalla en Oro “A la creatividad en Nicaragua” por parte de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI), en reconocimiento a su destacada labor como cantautor, músico y promotor de la cultura nicaragüense, asimismo, por su desempeño con calidad y calidez sin que la discapacidad visual le sea un obstáculo en su vida profesional y en las diferentes facetas de su diario vivir; dicha medalla la entregó el Sr. Orlando Solórzano Delgadillo, Ministro de Fomento, Industria y Comercio (MIFIC).
Nuestra Rectora, MSc. Ramona Rodríguez Pérez, hizo presencia a la ceremonia para compartir con Norvin ese logro en su trayectoria artística, de igual forma, el galardonado estuvo acompañado por sus padres, Silvia Espinoza y Norvin Membreño y por su esposa, Jael Carolina Monje, quien también tiene discapacidad visual. Durante la entrega del reconocimiento, el joven artista dijo sentirse “encantado, porque después de tanto trabajo en la música se reconoce mi trabajo artístico”, igualmente, refirió que agradecía al gobierno de Nicaragua porque “reconoce el valor que tiene el artista con discapacidad”.
Por su parte, el MSc. Sergio Herradora, Director de Extensión Cultural Universitaria, manifestó sobre la importancia de este reconocimiento, “es un orgullo muy grande que un joven como él reciba esta medalla en oro por parte de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual, puesto que, es una persona humilde, muy trabajadora y que lucha por sus metas con mucho amor; tiene una excelente comunicación con sus compañeros del grupo musical y el equipo de cultura; este premio motiva a esta área cultural de la Universidad a comprometernos y a visualizar que los sueños se hacen realidad”.
Norvin es un joven de 28 años de edad y, desde pequeño, se ha caracterizado por su pasión en la música; sin embargo, a la edad de dos años la luz en sus ojos se apagó a causa del sarampión negro, una enfermedad que disminuye la vitamina A en la sangre lo que provoca daños en la córnea, según el oftalmólogo, Rommel Izaguirre, del Departamento de Optometría de la Facultad de Ciencias Médicas de la UNAN-Managua; a pesar de esto, Norvin no dejó que se extinguiera el brillo en su corazón; sus padres relatan que en su niñez usaba las mesas y todo lo que llegara a sus manos como instrumentos musicales; también, el canto y el teatro fueron otras motivaciones que lo impulsaron a conquistar retos y destacar entre sus compañeros que, incluso, no tenían alguna discapacidad.
El artista habló sobre cómo ha sido vivir con una discapacidad “una discapacidad no significa el fin de nuestras vidas, las personas que se quejan y no tienen ninguna discapacidad no han tenido la oportunidad de saber lo que se siente respirar, sentir, tener un nuevo día, la vida es lo más maravilloso que Dios nos ha dado”, expresó.
Este músico estudió su primaria en la Escuela de Educación Especial Melania Morales, su secundaria la inició en el Centro de Formación Educativo Cultural para Personas Ciegas (CFEC) y, posteriormente, se integra al Colegio Autónomo Experimental México, en el cual culmina su bachillerato como el mejor estudiante. Norvin junto a amigos y a su hermano mayor, José Membreño Espinoza, crean el grupo Guayacán y empiezan a realizar presentaciones en diversos restaurantes, obteniendo ingresos económicos para apoyar a su familia y autosostenerse. Durante su trayectoria artística ha formado parte de diversos grupos musicales y teatrales. En la actualidad, trabaja en la Dirección de Extensión Cultural Universitaria de la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua, Managua (UNAN-Managua) y estudia la licenciatura en Pedagogía con mención en Educación Especial.
Esta es la XI medalla entregada por la OMPI; este galardón ha sido recibido por reconocidos artistas nacionales como el músico y compositor y nicaragüense, Raúl Orlando Martínez Salas, de la Camerata Bach, y en 2016 la OMPI otorgó medalla a Nicaragua por el legado del Gran Vate nacional, Rubén Darío. La misión de esta es llevar la iniciativa en el desarrollo de un sistema internacional que permita la innovación y la creatividad en beneficio de todos, con su Medalla a la Creatividad, la OMPI del Sistema de las Naciones Unidas, creada en 1967, con sede en Ginebra-Suiza, recompensa a autores, diseñadores, artistas, intérpretes y productores distinguidos por su obra y talento.
Fuente: UNAN-Managua