La UNAN-Managua fue sede del seminario-taller para el diseño curricular de la Maestría en Gestión Integral de Riesgos de Desastres, en el que delegados de universidades miembros de la Unión de Universidades de América Latina y El Caribe (UDUAL) y del Consejo Superior Universitario Centroamericano (CSUCA), trabajaron en el programa, metodología, fundamentación filosófica y otros aspectos de este posgrado que será impartido a diferentes profesionales de la región.
Esta maestría se encuentra en el marco del convenio de colaboración entre la UDUAL y la Red Universitaria de Latinoamérica y El Caribe para la Reducción de Riesgos de Desastres (REDULAC/DRR). El programa tiene como finalidad formar profesionales y académicos para la construcción de resiliencia y adaptación al cambio climático, que desarrollen investigaciones sobre la realidad social que originan los desastres en Latinoamérica y propongan respuestas viables en el área de gestión de riesgos a desastres. Se ofrecerá de manera interinstitucional afirmó el Dr. Manuel Moreno, de la UDUAL, “tenemos una misma problemática que no reconoce fronteras y debemos hacer algo en conjunto. El programa surgió de la REDULAC por las necesidades más apremiantes que tenemos y tiene que ver con los Objetivos de Desarrollo del Milenio”.
El Presidente del CSUCA, Dr. Carlos Alvarado Cerezo, indicó: “esta maestría evidencia el compromiso con el fortalecimiento de la prevención de riesgos de desastres y para ello es necesaria la vinculación de las diferentes instituciones con que cuenta cada país y en especial de las universidades, quienes tienen la obligación de generar propuestas para la solución del alto riesgo de desastre y la vulnerabilidad que afecta social y económicamente a nuestros países”.
Este programa está en correspondencia con las acciones para la implementación del Marco de Sendai para la Reducción de Riesgos de Desastres 2015-2030; participan en su desarrollo instituciones de Panamá, México, Nicaragua, la Red Universitaria de América Latina y El Caribe para la Gestión de Riesgos y la Reducción de Riesgos de Emergencias y Desastres (REDULAC), la Oficina de los Estados Unidos de Asistencia para Desastres en el Extranjero (USAID/OFDA), la UDUAL y el CSUCA.
Se pretende estrechar lazos de colaboración entre las universidades de Latinoamérica a través de su ejecución compartida. “En este sentido, será posible la doble titulación, puesto que la experiencia de este programa facilitará el intercambio de académicos y puede ser un punto de partida para la homologación de títulos”, afirmó el Dr. Carlos Alvarado, Presidente del CSUCA; “debemos enfrentar juntos los problemas que nos afectan a todos, incluyendo el comportamiento ético ante un desastre, el respeto a la dignidad humana, la colaboración y la protección de la población”.
Las clases se recibirán durante dos años de forma presencial y de manera virtual, incorporando las Tecnologías de Información y Comunicación (TIC), para la mejora de las prácticas pedagógicas en el aula. Según el maestro José Antonio Medal, Director de Educación a Distancia Virtual de la UNAN-Managua, en este taller se definen los objetivos, competencias, contenidos y la modalidad, integrando lo presencial con lo virtual, previendo que los estudiantes vendrán de diferentes países, “Cuando se definan los contenidos participaríamos en la virtualización del programa, puesto que contamos con los equipos y la experiencia necesaria para este proceso. La metodología para el desarrollo de cursos en línea ya la tenemos probada”.
Experiencia de la UNAN-Managua
El Dr. Juan Alfonso Fuentes Soria, Secretario General del CSUCA, indicó que para la elaboración del programa se eligió a la UNAN-Managua gracias a su experiencia en el tratamiento de ese tema, “se reconoce el esfuerzo de la UNAN-Managua por incorporar estos temas sensibles en carreras y posgrados; los expertos han hecho sus aportes desde su especialidad para diseñar un programa que incluya la proyección de la universidad y el trabajo efectivo a favor de la sociedad a la que nos debemos. De esta forma podremos prevenir no solo la pérdida de vidas humanas sino también de sus bienes materiales”.
El interés de la UNAN-Managua por la prevención de riesgos se evidencia en la incorporación de este tema en programas educativos de diferentes niveles. La situación actual del medio ambiente es abordada en todas sus carreras mediante la asignatura de Seminario de Formación Integral; ha impartido Diplomados en Gestión de Riesgo y Cambio Climático a docentes de las diferentes Facultades con el objetivo de que incorporen este tema de manera transversal en las asignaturas que imparten; recientemente el Centro de Formación y Capacitación en Gestión de Riesgo y Cambio Climático (CEFYCAP-GIRD), de la FAREM Estelí, impartió el Diplomado en Gestión Integral del Riesgo en Contextos Urbanos, a técnicos de unidades de municipales de gestión integral de riesgo, que laboran en la Dirección General de Bomberos, Instituto de la Vivienda Urbana y Rural (INVUR) y en doce alcaldías del país. “Desde el CEFYCAP hemos trabajado temas de gestión de riesgo, adaptación al cambio climático, pero también hemos incluido seguridad alimentaria, género, gobernabilidad e importancia de los simulacros”, aseguró la MSc. Sonia Tinoco, Vicedecana de la FAREM Estelí.
La UNAN-Managua también ofrece Doctorado en Educación e Intervención Social, Especialización en Gestión Turística y Desarrollo Sostenible; Maestrías en Salud Ocupacional, en Dirección y Gestión del Talento Humano y en Finanzas, en Diseño Arquitectónico, Urbano y Medio Ambiente. El Centro para la Investigación en Recursos Acuáticos (CIRA) ofrece la Maestría Regional Centroamericana en Ciencias del Agua con énfasis en Calidad de Agua. A nivel externo, nuestra Institución forma parte de la Comisión Técnica de Enlace de Salud, del Sistema Nacional para la Prevención Mitigación y Atención de Desastres de Nicaragua SINAPRED, ha participado en la presentación de la Política Universitaria Centroamericana para la Reducción del Riesgo de Desastres por parte del CSUCA y en la firma de convenio para la ejecución del proyecto Gobernanza del Riesgo de Desastre en Centroamérica que realizó el Centro de Coordinación para la Prevención de los Desastres Naturales en América Central (CEPREDENAC) y la Agencia Suiza para el Desarrollo y la Cooperación. De igual forma, representantes del Centro de Investigación, Desarrollo e Innovación de Estructuras y Materiales (IDIEM), de la Universidad de Chile, visitaron la UNAN-Managua para abordar las normas reguladoras, pruebas de materiales, calidad de las infraestructuras, rol de los arquitectos, ingenieros, albañiles y obreros, entre otros aspectos.
La UNAN-Managua realiza constantes simulacros multiamenazas; cuenta con brigadas contra incendios y de primeros auxilios, las que son capacitadas de forma constante por la Comisión de Universidades miembros del Consejo Nacional de Universidades (CNU), para la Gestión Integral de Riesgos (CUCGIR); ha adquirido equipos y herramientas para atender las emergencias de salud que presenta la comunidad universitaria. La Unidad de Seguridad e Higiene Ocupacional de la División de Recursos Humanos realiza visitas periódicas a las Facultades, Direcciones, Divisiones y demás áreas para identificar riesgos que atenten contra la seguridad de las personas; además de exámenes a secretarias y jefas de despacho para evitar riesgos provocados por el tipo de trabajo. Recientemente se hizo levantamiento de datos estructurales y físicos de los edificios existentes en cada una de las Facultades Regionales Multidisciplinarias (FAREM).
El Instituto de Geología y Geofísica, desde su creación en 1990, ha acumulado experiencia en Riesgos a Desastres y Adaptación al Cambio Climático. Actualmente realiza estudios de riesgos y cartográficos en el volcán Concepción; en 2017 participó en la Tercera Jornada del Proyecto Regional de Formación Aplicada a los Escenarios de Riesgos (RIESCA), en el que se elabora mapas de peligrosidad y amenazas sísmicas, volcánicas, deslizamientos e inundaciones para Centroamérica. Su programa de Maestría en Gestión Local de Riesgo ha aportado a la formación de profesionales en prevención y reducción del riesgo. De igual manera, desarrolla conferencias y eventos en coordinación con organismos nacionales e internacionales.
Fenómenos naturales constantes
Este programa llega de forma oportuna debido a los frecuentes fenómenos que afectan la región; Según www.VolcanoDiscovery.com en lo que va del año se han presentado cerca de 140 sismos que superan los 2.3 grados en la escala de Richter en América del Sur, con epicentro en Chile, Ecuador, Colombia, Argentina y Perú. El Instituto Nicaragüense de Estudios Territoriales (INETER) registró en la región centroamericana durante el mes de enero, 152 sismos superiores a los 2.3 grados, seis de estos sobrepasaron los 6 grados y los países más afectados fueron Costa Rica y El Salvador.
En la capital nicaragüense se han presentado 182 sismos entre el 2 y el 12 de febrero de 2018, algunos de ellos mantienen en zozobra a la población capitalina. Desde 1528 los terremotos han causado gran destrucción en León Viejo, volcán Momotombo, Río San Juan, volcán Cosigüina, San Juan del Norte, Río Tipitapa y León. De 1916 al 2000 destacan los terremotos que afectaron Rivas, Jinotega, Granada, Masaya, Laguna de Apoyo, San Juan del Sur, Cerro Negro, el que devastó Managua en 1931 y el de 1972 que provocó la muerte de más de 10 mil nicaragüenses. Del año 2001 a la fecha han sorprendido a la población nacional la secuencia sísmica presentada en la Isla de Ometepe, Península de Chiltepe, complejo volcánico de Apoyeque y Ciudad Sandino; los terremotos de abril de 2014 que afectaron Nagarote, Mateare y Nandaime.
En cuanto a huracanes, según archivos de INETER, 43 han afectado a nuestro país de 1892 al 2002; sin embargo, de 1980 a 2001 se registraron diez fenómenos y ocho del 2003 al 2009, lo cual evidencia un considerable aumento. El más reciente fue el huracán Otto, ocurrido el 24 de noviembre pasado, el que provocó cuantiosos daños materiales y ambientales en nuestro país. La región antillana fue muy afectada por los embates de los huracanes Irma y María, con vientos de hasta 260 km/h; esto se vio favorecido por las altas temperaturas alcanzadas por el océano este año.
La quema en Nicaragua es constante y acaba con sus bosques, provocando la pérdida de más de 10 mil hectáreas. En el 2016 ocurrieron 197 incendios, mientras que en los primeros tres meses de 2017 ya se contabilizaban 313 incendios forestales y agropecuarios, lo que representa un incremento de 116 incendios según el informe de los Bomberos Unificados de Nicaragua.
Fuente: UNAN-Managua