La Facultad Regional Multidisciplinaria (FAREM) de Chontales está impartiendo la segunda edición del Doctorado en Educación e Intervención Social: Educación para la salud y la calidad de vida, que ha contado desde su inicio con el apoyo de la Universidad Pablo de Olavide, España, institución que lleva más de diez años colaborando con la UNAN-Managua.
Esta universidad española ha dispuesto de sus académicos para el diseño del programa y para las clases de los distintos módulos; dos de ellos son los doctores David Cobos Sanchiz y Juan Agustín Morón Marchena, quienes han trabajado decididamente en el desarrollo del doctorado y están impulsando estrategias para hacerlo autosostenible, de modo que los nuevos graduados de la UNAN-Managua puedan formar a otros doctores del país.
El Dr. Agustín Morón es Director del Departamento de Educación y Psicología Social de la Universidad Pablo de Olavide, afirma que desde al año 2007 ha trabajado con nuestra Universidad y que el programa surgió con el propósito de formar doctores en la FAREM-Chontales y en otras Facultades de la UNAN-Managua; “esto se conversó con el maestro Elmer Cisneros (q.e.p.d.) y en ese primer momento los profesores eran de fuera de Nicaragua”. Desde esa fecha se trabajó en un proyecto que incluyó una serie de aspectos: el doctorado, una maestría en España, actividades de formación, elaboración de materiales didácticos, difusión de las investigaciones. En la actualidad cada aspecto está en distintas fases de ejecución en función de las actividades que incluya y se espera terminar en el 2019.
El Dr. David Cobos es miembro de la comisión académica del Doctorado, indica que uno de los principales propósitos de los proyectos de cooperación es hacer aportes sostenibles; “iniciamos poniendo en marcha el proyecto y luego vamos poco a poco retirándonos para trabajar como pares o como aporte internacional. Desarrollamos capacidades en profesores de aquí que se han ido empoderando y que al final van a terminar siendo los líderes del doctorado”.
La primera edición de este Doctorado culminó recientemente, dando como resultado 27 nuevos doctores, la mayoría de ellos son docentes de nuestra Universidad. Las tesis estuvieron orientadas al diseño, desarrollo y evaluación de software educativos, propuesta de un modelo de creación y gestión de conocimiento para la UNAN-Managua, elementos de investigación científica como estrategia pedagógica para Educación Física y Deportes. Según los académicos esto enlaza con los proyectos que se han ejecutado anteriormente sobre intervención comunitaria; hemos trabajado en Chontales con colegios, con líderes locales, en temas de VIH, salud, violencia intrafamiliar, pobreza, educación.
“Además de la didáctica se abordan aspectos que tienen que ver con la intervención en el sentido sociosanitario y socioeducativo. Desde el principio teníamos claro que era una educación para la intervención social y para la mejora de los procesos; no se trata de hacer un doctorado de investigación donde uno solo publica y eleva el nivel de la investigación y la calidad de las publicaciones, algo que es fundamental, pero además un doctorado debe impactar socialmente la mejora de la calidad de vida de la gente”, afirma Cobos.
Cinco académicos de la UNAN-Managua imparten clases
La segunda edición del doctorado inició hace algunos meses con 24 académicos de cuatro universidades del país; en esta cohorte se han propuesto algunos cambios que permitan tener una mayor incidencia en la investigación, el abordaje y la solución de los problemas que afectan a nuestro país. Cinco académicos de la UNAN-Managua están impartiendo clases en el programa, en las áreas de Investigación cualitativa, cuantitativa, participación ciudadana y campos específicos de la intervención socioeducativa; también se tendrá profesores nicaragüenses dirigiendo tesis doctorales.
El Dr. Morón Marchena relata que después de culminar la primera cohorte se analizó quiénes podían incorporarse como docentes, ya que había un alto nivel en esos doctores. “Los profesores nicaragüenses eran doctorandos con alto nivel, con mucha experiencia previa en la investigación, comprometidos con la tesis”. La Universidad Pablo de Olavide ha brindado el acompañamiento y eso permite una retroalimentación continua; “planificamos cómo se impartirán esos módulos; los profesores de la UNAN-Managua saben cómo funciona la plataforma, la estructura que queremos dar, la coherencia con los demás módulos y así hay una correlación continua de todo el proceso; se revisa a distancia y con los coordinadores que están aquí; también se integran los trabajadores administrativos de la Facultad”, resalta Morón.
Por su parte, el Dr. Cobos afirma que la experiencia de los docentes es una oportunidad muy buena para el programa, lo cual se evidencia en sus tesis de “un nivel similar al europeo”. Para la selección se ha tenido en cuenta el nivel científico y académico, pero también la proactividad de los profesores; “son personas que no esperan que les digamos lo que deben hacer, rápidamente han entendido lo que implica ser doctor: investigar, publicar y gestionar. Ellos son el futuro de la UNAN-Managua”, señala Cobos.
Un Doctorado autosostenible que aporte innovación
La experiencia adquirida por los académicos de la UNAN-Managua hasta ahora será un factor clave para lograr la autosostenibilidad del Doctorado; además un factor clave es que la Universidad facilita diversos recursos a los doctorandos, tiempo, reduce su carga horaria, equipos y laboratorios “La UNAN-Managua tiene una obligación económica de cerca del 20% de la financiación del proyecto. Sin embargo, no sería factible si no hubiera una dedicación para trabajar juntos en actividades de formación, de difusión y muy especialmente de la FAREM Chontales”. También hay una gran expectativa sobre la participación de otras universidades, países, proyectos y profesores externos para que se enriquezca el programa. En los próximos años al menos 8 docentes serán nacionales y se producirán más de veinte tesis doctorales.
Entre los aspectos novedosos del doctorado está el énfasis en la salud y la calidad de vida. “En cualquier programa de doctorado se prioriza que sea un producto de calidad, bien escrito, coherente, con herramientas adecuadas, con un nivel estándar para ser publicado en cualquier revista. Ahora eso se enlaza con la intervención”, afirma el Dr. Cobos. Las tesis que surjan en los próximos años abordarán problemas del barrio y de su entorno; se realizará un diagnóstico para después intervenir y así proponer herramientas para poder solucionar problemas reales y concretos. Todo este proceso puede incidir en el diseño de propuestas de políticas sociales que impacten en la calidad de vida de la población.
El Dr. Morón agrega que realizar la tesis supone que puede haber una intervención directa a nivel social y una mejora en la calidad de vida. “Por ejemplo, hay algunos que están trabajando en el absentismo escolar, falta de empleo, condiciones laborales de docentes universitarios, estudio de las lenguas. La idea es hacer un estudio propio e innovador y, a partir de ahí, la aplicación social vendrá en función del estudio”.
Los docentes deben investigar
Ambos académicos opinan por la función académico-investigativa del profesorado; el Dr. Morón indica que “investigación y docencia en la universidad son las dos caras de una misma moneda, aunque es posible que haya profesores que se centren en la parte didáctica la universidad debe ir más allá. Tienen que investigar, difundir lo que se investiga o se produce científicamente. Para ser un buen profesor universitario hay que dominar los conocimientos, ser justo evaluando y hacer investigaciones”.
El Dr. Cobos aconseja reforzar la investigación y asumir políticas educativas tanto en la universidad como en el país que propicien las condiciones para que el profesor investigue. “La universidad se concibe desde su creación como un lugar donde se reúnen estudiantes y docentes para intercambiar saberes y donde se genera el conocimiento y luego transmitirlo. La UNAN-Managua es un referente en Centroamérica y debe reforzar la investigación. Este tipo de proyectos no puede estar de espaldas a la sociedad, ya que se financia con presupuesto público y la población debe conocer en qué se invierte”, finaliza.
En 2015 los académicos David Cobos Sanchiz y Juan Agustín Morón Marchena fueron galardonados por la UNAN-Managua con el Doctorado Honoris Causa en Educación junto al Dr. Fernando López Noguero, también de la Universidad Pablo de Olavide, debido a su contribución a la Educación Superior en Nicaragua y particularmente a la UNAN Managua durante unos 10 años. Ellos han aportado a los procesos de formación e investigación en la UNAN-Managua, entre los que destacan la fundación del Observatorio de Calidad de Vida, Desarrollo y Educación para la Salud, de la FAREM Chontales y el I Congreso Internacional de Salud Laboral, realizado en 2012 en nuestra Universidad.
Fuente: UNAN-Managua