Académicos del Instituto Politécnico de la Salud “Luis Felipe Moncada” (POLISAL) de la UNAN-Managua y de la Universidad de Valencia han estudiado y clasificado el parasitismo intestinal en nuestro país desde 2005. Esta investigación ha sido posible gracias a un convenio de colaboración firmado por ambas instituciones, durante el rectorado del MSc. Francisco Guzmán Pasos y su homólogo, el Dr. Francisco Tomás Vert de la universidad española.
La alianza surge tras la culminación de los estudios de maestría sobre enfermedades infecciosas y parasitología médica, que realizó la Dra. Aleyda Pavón Ramos, docente e investigadora del POLISAL, quien afirma que se han definido todas las especies parasitarias de la zona pacífico y caribe nicaragüense; actualmente están haciendo estudios en la parte central de país, con esto se abarca ya un 70 por ciento del mismo.
«Se ha demostrado la eficacia de las jornadas de desparasitación en las zonas estudiadas para determinar las especies que más afectan a los niños y así tratarlos», asegura Pavón, quien colaboró en el traslado de las primeras muestras para ser analizadas en España, luego de que el Ministerio de Salud (MINSA) otorgó los permisos siguiendo los protocolos pertinentes para ser aceptados por el gobierno español.
El estudio es desarrollado en niños menores de 15 años. Las muestras fecales son analizadas por estudiantes de Bioanálisis Clínico, en el marco de la asignatura de Parasitología Médica II, quienes también adjuntan información epidemiológica.
En España, para el rastreo de las especies, se han hecho exámenes con métodos moleculares y coproparasitoscópicos (a partir del estudio de materia fecal), para identificar los tipos de parásitos de manera minuciosa. “Tenemos datos concretos de cómo las parasitosis intestinales están afectando a nuestros niños, a partir de qué edad y por qué. Esta información facilitará al MINSA la implementación de las medidas de prevención”, dijo la investigadora.
Pavón refiere que el estudio ha permitido demostrar que los niños se infectan en los primeros meses de nacidos; la población vive en un ambiente propicio para la transmisión de distintos parásitos intestinales, sumado a la deficiente práctica de hábitos higiénicos.
En un muestreo que se hizo en el departamento de Madriz se encontró un caso particular de una niña de cinco años con un sangrado rectal producido por un parásito llamado Ascaris lumbricoides (parásito del intestino delgado llamado también lombriz intestinal por su forma alargada que lo asemeja a la lombriz de tierra), ella se logró recuperar y regresar a su casa gracias a su efectiva identificación, lo que muestra que un examen temprano puede salvar la vida.
Según la investigadora, el dolor abdominal, la diarrea, desnutrición, anorexia y vómitos constantes son algunos síntomas que provocan los parásitos intestinales. Para prevenirlos, la doctora recomienda que «los niños deben usar con regularidad su calzado, realizar el lavado de manos, tanto los niños como los padres o tutores, cuidar las medidas higiénicas en la elaboración de los alimentos y que el tratamiento sea el específico según el tipo de parásito».
Para dar seguimiento a la investigación, las autoridades del POLISAL están trabajando en el documento para ratificar el convenio con la Universidad de Valencia por medio de la Dirección de Relaciones Públicas e Internacionales; sus líneas de ejecución incluyen el intercambio docente, compartir información científica y trabajo conjunto.
Las parasitosis intestinales son infecciones que pueden producirse por la ingestión de quistes, también por la ingesta de huevos de helmintos o por la penetración por la piel desnuda de larvas de gusanos desde el suelo. Cada uno de ellos va a realizar un recorrido específico en el huésped y afectará a uno o varios órganos.
Fuente: UNAN-Managua